Las necesidades alimentarias del organismo varían de acuerdo con el sexo, la edad y la constitución de cada persona.
Los niños de seis a doce años de edad necesitan una dieta rica en calcio y proteínas: deben consumir leche y sus derivados, carne, pescado, huevos, frutas y verduras frescas, leguminosas, arroz, pan y pasta.
La dieta del adolescente (entre los trece y los quince años) debe incluir una buena dosis de calcio, vitaminas, proteínas y alimentos que sean fuente de calorías, pues en esta etapa se producen grandes cambios fisiológicos y la demanda calórica aumenta debido al ejercicio físico. Los varones suelen tener necesidades nutricionales más altas, ya que acumulan más tejido muscular y masa esquelética. Las niñas crecen hasta los quince o dieciséis años de edad, mientras que el desarrollo esquelético de los varones se prolonga hasta los dieciocho Una dieta inadecuada puede retrasar la maduración sexual de los adolescentes y disminuir el ritmo de crecimiento.
La edad adulta es un período de estabilidad en el que ya ha ocurrido la mayoría de los cambios fisiológicos que tienen lugar en el curso de la vida. Hay una actividad productiva permanente, a nivel laboral e intelectual, y se establecen los patrones de conducta, entre ellos los hábitos alimentarios. La alimentación ha de ser suficiente y equilibrada, puesto que en esta etapa es primordial mantener un estado de salud óptimo. Para ello es necesario consumir alimentos de los tres grupos en las cantidades recomendadas.
Como norma general, las comidas principales deben contener un carbohidrato, una verdura, una fruta y una proteína. Las mujeres tienen una necesidad menor de calorías que los hombres, pero deben consumir un poco más de proteínas, vitaminas y carbohidratos. La siguiente lista lo puede mostrar:
- Queso: Una porción cinco o seis veces en la semana.
- Carnes de cualquier tipo: Dos porciones medianas al día. Evita las que son muy grasosas.
- Huevos: Máximo tres por semana.
- Leguminosas: Tres cucharadas dos o tres veces por semana.
- Vegetales: Dos porciones grandes al día.
- Frutras: Dos o tres porciones al día.
- Cereales y derivados: Tres porciones al día.
- Tubérculos y plátanos: Dos porciones al día.
- Grasas y azúcares: La cantidad mínima que se requiere para la preparación de los alimentos.
Puedes preparar las carnes como desees, pero si las fríes no consumas ningún otro alimento frito. Recuerda que puedes comer verduras crudas en la cantidad que quieras, pero si están cocidas o preparadas con mantequilla limítate a una taza pequeña. Deja el postre para el almuerzo. En la tarde puedes comer una porción de fruta o una ensalada de frutas, pero no le añadas crema si el postre ya la traía.
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